#conquistalaportada 5 Cuando no hay luz
Opinión / Enrique Olcina DIRCOM (¡el de las notas de prensa!) FERRMUR
En esta jornada de Conquista la portada hay tres fotos de este que les escribe, su seguro servidor. Pensaba, ignorante de mí, que con un buen ojo y una buena cámara sacar fotos de un partido iba a estar chupado. Que ya ves tú. Que no era tan difícil. Que qué error, qué inmenso error...
Las fotos salieron de la cámara bastante oscuras. Tanto que tuve que corregirlas. Menos mal que hay programas que hacen eso automáticamente y es un mal menor que mi ordenador, que uso para otros menesteres, sea tan lento. De nuevo, me las prometía muy felíces a las 7.45 de la mañana saliendo de Lorca para hacer de fotógrafo en el partido del CRUC-Lorca. También me di cuenta de que tendría que arrojar luz (artificial) a todas esas fotos. Y esta vez eran 3000, y lo malo es que no sabía cual era la buena, así que tenía que procesarlas antes de verlas.
Los dos errores que cometí los solemos cometer los ignorantes de cualquier materia: el exceso de confianza nos hace trabajar el doble al final y llegar tarde. Di por hecha la cámara, que tiene sus limitaciones, di por hecho la luz, que es caprichosa, y di por hecho la velocidad de mi ordenador, que es bastante más lenta para chorrocientos archivos de muchos megas de lo que yo pensaba que era.
Cuando no había luz y arrojé luz sobre algo, sin embargo, comprobé que sucedían cosas que el ojo no ve a simple vista: un placaje espectacular en el aire, las caras de esfuerzo, el sudor en forma de condensación. No tendríamos que necesitar los ojos, ni la cámara, ni la luz para darnos cuenta del pequeño milagro que supone que cada fin de semana haya partidos de rugby en la Región, de manera constante y en sitios y edades que no se daban hace diez años.
Damos por hecho, de hecho, muchas cosas, y parece que lo que nos ocupa es lo más importante cuando medio minuto o medio día dedicado a cosas que no nos parecen tan importantes pueden serlo no sólo para quienes nos rodean, sino para nosotros mismos. En esos mismos partidos, en las bambalinas, vi a gente que se había levantado a una hora prohibitiva el domingo, que estaba el campo preparado y todo dispuesto para que un grupo de personas jugara al rugby. Lo vi cuando vi al presidente del XV el Sábado solucionando problemas de los dos partidos que tenía, sin poder disfrutar de lo que el rugby nos da. Lo veo en la realidad de los clubes que visito como jugador o como Federación. Hay un grupo reducido de gente en cada club y los síntomas son los mismos cada día, desde ilusionados hasta cansados.
A muchos, supongo, se les pasa la pregunta por la cabeza "¿Qué necesidad tengo yo de esto?" y supongo que la respuesta es la misma "Por el rugby", por un sueño que ellos, cuando eran más jóvenes -y siempre se ha sido más joven- tuvieron en un momento determinado. Digo supongo porque he estado ahí, y me he hecho esa pregunta, y porque hay veces en que un chispazo te alimenta la máquina de nuevo.
Para que ese chispazo suceda más a menudo ese grupo de personas -que es el mismo que te pide por favor que alguien se encargue de limpiar las equipaciones, el mismo que se queja de la baja participación en los entrenamientos, el mismo que discute contigo la necesidad de una subida de cuota de club, el mismo que clama al cielo cuando no tratas el material como es debido, el mismo que se queja de que está bastante sólo en todo esto, el mismo que va detrás tuya para que firmes la ficha, tal cual tú fueras un ministro y él un simple chupatintas, el mismo que os dice que tenéis que dejar los vestuarios limpios y ordenados y que ahí no es el lugar para limpiarse el barro...- necesita que todo lo que esté en tu mano para el correcto funcionamiento del club, más allá de ir al entrenamiento y jugar el partido, lo hagas sin que tengan que buscarte.
Cuando lo hagas, sin que tengan que buscarte, verás lo que sucede cuando no hay luz y lo que no has visto, hasta ahora, con tus ojos, verás lo que cuesta que todo esté para que tú juegues, y todo es simplemente por el rugby. Y cuando busques a quien hace todo eso para preguntar que puedes hacer, verás en sus ojos el chispazo.
Te animo a intentarlo, a crear y mantener ese chispazo, a hacer luz donde no hay luz. Por el rugby.